La crisis como excusa para el todo vale ha llegado a su apogeo. El ataque a lo 'común', a lo que nos pertenece a todas, a lo que no tiene dueño ni busca un beneficio económico sino un beneficio social, es el presente continuo de un futuro que nos imaginamos bien diferente.
El tsunami privatizador que azota a la sanidad, la educación y los servicios sociales, amenaza, como no, a la CULTURA. Lo que empezó como una inofensiva 'externalización' de servicios públicos con la excusa de racionalizar gastos ofreciendo los mismos servicios, ha derivado a una venta sin tapujos de todo lo público. Estamos en la siguiente fase. Más cruda y más rápida: un asalto con fuerza e intimidación.
Ahora nos desahucian por la fuerza de nuestras casas. Con la nueva reforma laboral, nos despiden del trabajo por faltar de forma justificada. Nos quitan las becas y los recursos de todos para acceder a la educación y dificultan cada vez más el acceso a la sanidad universal.
Ahora, LA CULTURA PÚBLICA es el nuevo objetivo.
En Madrid, el ayuntamiento ha elegido a Pablo del Amo como peso pesado dentro de la nueva empresa pública que gestionará los recintos escénicos de la capital: Madrid Destino, Cultura Turismo Y Negocio, el nombre no deja lugar a dudas de las intenciones. Pablo del Amo que no tiene experiencia en teatro, danza, música ni circo, sin embargo, si que viene avalado por un "brillante curriculum" en recursos humanos y despidos: la mitad de la plantilla en Madridec, la empresa que gestionaba el Madrid Arena y nada menos que 25.000 en YPF durante su fusión con REPSOL.
No es de extrañar que uno de los primeros rumores sea la privatización de nuestro Fernando Fernán Gómez. Primer paso de un proyecto privatizador que seguiría con el Conde Duque y
Las Naves del Matadero.
De la misma manera que una Marea Blanca social se alzó contra la tempestad privatizadora en sanidad y otra marea verde se ha opuesto al ataque a la educación, ahora nos toca agitar las aguas de la solidaridad contra este nuevo ataque a lo común.
Si creen que no van a encontrar resistencia al arrebatarnos nuestros teatros y nuestros centros culturales es que son más ignorantes de lo que creíamos.
La primera batalla es parar la privatización del Fernando Fernán Gómez y la vamos a ganar.